19 ago 2013

Cómo casarse con un millonario - Jean Negulesco (1953)

Una orquesta marca el inicio y el final de esta película en la que tres chicas jóvenes y solteras o, en su defecto, separadas se hacen con un fantástico ático en Manhattan a pesar de sus problemas económicos, tal piso se convertirá para ellas en su cuartel general desde donde desarrollan su plan, un plan que, si triunfa, les solucionará sus vidas y no es otro que el de encontrar un hombre rico para casarse con él, no importa la edad, ni el aspecto, ni su ocupación, solo la satisfacción de poder vivir el resto de sus vidas sin dar ni golpe. 

Marilyn con "su millonario"

Las tres chicas, Lina, Pola y Page no serán otras que Betty Grable, Marilyn Monroe y Lauren Bacall, respectivamente. Estas al llegar no son para nada conocidas pero poco a poco van forzando encontronazos que les harán medrar en la escala social hasta conocer cada una a un ricachón, banqueros y magnates del petróleo, a los que seducirán fácilmente. Tras tiempo con ellos van viendo que estos no aportan ningún desasosiego a sus existencia ya que son personas que están muertas por dentro, tanto o más que su moral. 

En circunstancias similares cada cual conoce a un joven que les hará recuperar rápidamente la alegría de vivir y les hará comprender que la vida es mucho más que el dinero que ocupaba sus hasta entonces dormidas mentes.


El reparto destaca por su genial interpretación de cada uno de sus roles; los encuadres son bastante estáticos al haber pocos exteriores y ser casi todo estructura teatral en grandes salones llenos de lujos y pomposidad. Podremos ver a una jovencísima y encantadora Lauren Bacall como personaje principal siendo la líder y la cabeza pensante del grupo que quita bastante protagonismo a la mítica Marilyn, que tiene un buen papel pero no destaca especialmente y no sale tan caracterizada como en el clásico de Billy Wilder Con faldas y a lo loco.


Esta comedia llena de aparente superficialidad y desprecio hacia los sentimientos, viéndose estos como obstáculos que hacen errar al hombre tomando decisiones que en la práctica no serán muy acertadas, esconde un gran mensaje, el hecho de que al final acaben haciendo caso omiso a sus respectivos millonarios y dejándose llevar por la pasión con fugitivos, guardabosques y otras "simplezas" humanas transmite la moraleja de que, como dice el refrán: "si el dinero entra por la puerta, el amor salta por la ventana", que el dinero y el amor son cosas completamente incompatibles y que no se elige la persona de la que te enamoras con la razón sino que todo proceso de enamoramiento parte de una catarsis de nuestro más hondo de nuestro interior, de nuestro lado animal.
  
(De izquierda a derecha)
Betty Grable, Lauren Bacall y Marilyn Monroe 

16 ago 2013

Easy rider (Buscando mi destino) - Dennis Hooper (1969)

Easy Rider es un film de culto, una road movie que retrata el viaje por Estados Unidos de dos motoristas interpretados por Peter Fonda y por el mismo autor, Dennis Hooper que parece que no quiso perderse la oportunidad de caracterizarse en una figura apasionante para él, un motorista rebelde sin más hogar que la carretera, pues si exploramos la biografía del artista comprobaremos que sentía debilidad por los motoristas, los hippies y en general por cualquier tipo de vida alternativa contracultural como religión, movimiento que se hallaba en pleno auge en la década de los '60.

Peter Fonda (Capitán América)
Billie (D. Hooper) y Capitán América (P. Fonda) son los dos nombres de nuestros protagonistas, los cuales, tras hacer un buen negocio con cocaína decidieron, con el dinero acumulado, atravesar el país para asistir al "martes de carnaval" en Nueva Orleans, Louisiana. En su camino encontrarán bastantes personajes pintorescos y tendrán que superar diversas dificultades, pues la experiencia les demuestra como en cualquier sitio se puede encontrar personas buenas al igual que malas midiendo esta característica en el grado de hospitalidad que ofrecen.

Peter Fonda y Dennis Hooper en sus
improvisados campamentos
Durante la película se manifestará un gran amor por América en forma de banderas, comentarios y símbolos de toda índole, pero no de esta como Estado sino como territorio, adoración a sus parajes, su naturaleza, sus gentes, nada que ver con sus líderes ni sus ciudades, de hecho se hacen bastantes comentarios de carácter cosmopolita y apátrida, así como de repulsa hacia las grandes ciudades que cohíben el espíritu aventurero e inquieto de las personas y hacia el conservadurismo de los pequeños pueblos.

Uno de los personajes más entrañables que conocen es un autoestopista hippie que recogen y con el que pasan unos días hasta dejarlo en una comuna autogestionada que se haya en plena decadencia por el desánimo de sus miembros ante las dificultades que plantea ese modo de vida en una sociedad de corte capitalista. Tras él, el siguiente personaje que se une a su aventura es el abogado Hansen que está interpretado por Jack Nicholson, decide acompañarles para recordar viejos tiempos y el excéntrico tipo, aunque azotado por sus problemas con el alcohol, comparte con los dos amigos conversaciones muy profundas sobre la libertad personal, que durante la película está simbolizada por el excesivo consumo de drogas, el sexo, la ausencia de ataduras, sus largas melenas y barbas y la velocidad. De hecho, una de las conversaciones es mítica dentro del mundo del cine, la pongo a continuación y ya juzgáis vosotros:


Durante la compañía de Hansen, que para mí es el mejor fragmento de la película, se exponen muchas ideas muy interesantes e ironías respecto al racismo en un ambiente de insuperable camaradería. Un diálogo muy llamativo es también el que trata sobre un supuesto planeta extraterrestre donde los líderes no existen puesto que cada uno es consciente de su condición de individuo y se practica el autogobierno, después se compara tal sociedad con nuestro planeta, dejándolo en completo ridículo; es evidente que tal planeta es únicamente una especie de idea platónica de lo que sería una sociedad sana y una forma de criticar muy profundamente nuestra actual forma de organización basada en la dominación de unos hombres sobre otros y en la desigualdad. Esta última conversación es la que aporta el título español de la historia "Buscando mi destino".

De izquierda a derecha
Dennis Hooper (Billie), Peter Fonda (Capitán América)
y Jack Nicholson (Hansen)
El único fallo que le vi a la película fueron las extrañas transiciones entre escenas que, sí, son originales pero a mi parecer quedan en clara disonancia con el ambiente de la película; también el pésimo doblaje en castellano, que fue como la vi por primera vez por no encontrarla en VOSE, si alguna vez tenéis la ocasión vedla el versión original, es un cambio muy importante para disfrutar en plenitud de este peliculón. 

En cuanto a los encuadres y escenarios son preciosos y muy bien buscados, tanto que durante muchos momentos no hacen falta los diálogos ni la acción para entretener al espectador sino que con la perfecta combinación de los paisajes de la América profunda y una banda sonora muy bien elegida con temas de Steppenwolf, The Byrds, Jimmi Hendrix, etc, consigue atraer la atención y no aburrir ni un ápice. 

En definitiva es una película digna de ver en todos los aspectos, con un mensaje que invita a huir de lo convencional y a vivir como realmente queremos eliminando previamente nuestro subyacente miedo a la libertad. Todo un artista Dennis Hooper.

Un icono de la contracultura

Por si interesa, su tema de apertura. 
Steppenwolf - Born to be wild (Nacidos para ser salvajes)

11 ago 2013

La hija de Ryan - David Lean (1970)

Primera escena: una fantástica panorámica de los acantilados de Moher en Irlanda, lugar donde una alegre y dinámica jovencita mata su tiempo libre alejada del pueblo que tanto odia, donde su padre ejerce de tabernero, conforme va paseando por las blancas playas y los escabrosos acantilados van apareciendo en escena los personajes que aparecerán durante la historia.

Rosy le declara su amor a Charles
Rosy (Sarah Miles) es una chica que tendrá alrededor de 20 años y es muy diferente al prototipo de persona que imperaba en su pueblo, pues ella era divertida, bondadosa, idealista, romántica y consideraba su libertad personal por encima de todo, la cual tenía que satisfacer leyendo o acercándose a círculos intelectuales a través de Charles (Robert Mitchum), el cual sentía predilección por la música clásica, especialmente de Beethoven. Fue esto lo que la llevó a declararle su amor a Charles y casarse con él, teniendo que afrontar un duro choque con la realidad al darse cuenta de que su matrimonio se volvía cada vez más monótono a partir de la noche de bodas (escenificada al detalle) hasta alcanzar una gran monotonía en sus vidas con la peor de las rutinas. Al sentirse frustrada por su carencia de emociones provocada en su juventud por el carácter del pueblo y más tarde por su matrimonio, no duda ni un instante cuando un antiguo héroe de guerra del ejército británico lisiado, ahora comandante de una guarnición localizada a las afueras del pueblo, le propone una aventura amorosa a espaldas del mundo, entrando así por un lado en una espiral de engaños, desconfianzas y hostilidades con su marido, y por otro en un desenfrenado ímpetu sexual que le aporta todo el desasosiego que siempre deseó en su vida.

Escena en la que el soldado le "propone"
una aventura
Los habitantes del pueblo, sin embargo, son gente de carácter muy intolerante y crueles ante todo lo diferente, tienden a homogeneizar a toda la población y se muestran hostiles ante quién no se adapta a su rígida moral que no crea sino represión sexual y del propio espíritu al tomar la ética católica como ley de vida en su máxima expresión, todo ello no está provocado sino por la total ignorancia a la que están sometidos y al control mental que ejerce la iglesia aprovechándose de esto último, y a la necesidad de desahogar su vacío de alguna manera, las mayores figuras sobre las que expresan su intolerancia y su inhumanidad son Charlie (John Mills), un pobre hombre deforme que no es consciente de sus defectos y aspira a entablar una relación con Rosy, sus patéticos intentos por conquistarla intensifican la burla de los paisanos, la siguiente sería Rosy, odiada por parte doble: por no satisfacerse sexualmente únicamente con su marido y por haber pecado de adulterio con el peor enemigo y último elemento sobre el que el pueblo mitiga su ferocidad, el ejército británico.

Aquí es donde se cruzan nuestras dos historias, una cuyos protagonistas son las masas y sus sentimientos colectivos y otra que trata sobre las pasiones de varios individuos aisladamente, haciendo ver un gran contraste entre ellas que da a entender la insignificancia del individuo si se le compara con el mundo que le rodea pese a la importancia que este parece darse en su vida diaria y pone en ridículo el egoísmo inconsciente de todas las personas de esta manera.


En la otra historia paralela se gesta una rebelión de corte nacionalista que pretende expulsar al ejército británico de los territorios que este llevaba ocupando mucho tiempo en territorio irlandés. Recordemos también que Irlanda no tiene siquiera un parlamento propio sino que se haya a merced de decisiones británicas, ante esto el pueblo se siente unido por el deseo colectivo de la autodeterminación irlandesa, deseo que el autor legitima al mostrar en esos momentos a un pueblo oprimido por razones externas y de carácter políticas y extraer su hasta ahora oculta nobleza y lealtad al ayudar a (lo que creo que es) una brigada de apoyo del IRA, aparte de mostrar a las tropas inglesas como unos déspotas y unos opresores.

Descubrimiento de las huellas y composición de la
historia en la imaginación de Charles
Cabe destacar también la importancia concedida a la naturaleza por el David Lean en escenas como la de la tormenta, que pone al ser humano a merced de los elementos y vuelve a dejar clara la insignificancia de este frente a un mundo salvaje y hostil contra el que es incapaz de combatir. Otro simbolismo que cobra mucha importancia son las huellas en la arena, en un principio Rosy va caminando colocando los pies sobre las huellas de Charles, simbolizando así su amor hacia él hasta que una ola las borra augurando así su desenlace trágico, más tarde es el propio Charles el que descubre el adulterio al ver las huellas de Rosy junto a las de un pie que cojeaba que no es sino de nuestro lisiado soldadito, dirigiéndose a una cueva oculta en un acantilado cercano a la playa.

Para concluir he de decir que esta película es una de las obras maestras del autor, de tan larga duración como otra muy conocida también suya, Lawrence de Arabia. Con La hija de Ryan la crítica y el público en general no se portó muy bien en un principio, pero finalmente el espectador se vio obligado a reconocer su gran valor. Durante el filme el director juega con diferentes temas como son el amor, el adulterio, el honor, la historia, los nacionalismos y expone un escenario de naturaleza salvaje con preciosas panorámicas del paisaje irlandés que es merecido por la intrincada historia donde la fuerza de las pasiones determinarán el curso de la historia.

7 ago 2013

Saraband - Ingmar Bergman (2003)

Padre e hijo
Las frondosas y salvajes montañas suecas jalonadas con grandes lagos se nos muestran como una especie de lienzo virgen sobre el que nuestro prestigioso director dibuja la historia de una familia azotada por los demonios del pasado, las pinceladas serán los diez capítulos o actos que configuran las ficticias memorias de Marianne, papel que desempeña Liv Ullmann, una de las musas de Bergman, añadiendo además un prólogo y un epílogo en los que la actriz habla a la cámara y muestra unas fotos de escenas claves a partir de las cuales se arrancará la película en sí. 

Todo empieza cuando Marianne visita a su ex-marido Johann (Erland Josephson) con el cual parece llevarse bien y a raíz de la visita va conociendo al resto su familia y estudiando con minuciosidad la psicología de cada uno de ellos, caracterizando de forma inigualable a los personajes, pues estos se encuentran en medio de una crisis que provocará un gran cisma a causa de desbocadas pasiones que dejarán al desnudo el carácter y las verdaderas formas de ser del reparto íntegramente. A grosso modo la historia es la siguiente: 
Karin con su padre, Henry

Johann tiene un hijo al que no puede ni ver, Henry (Börje Ahlstedt), este es viudo y tras la muerte de su amada mujer extrapola su dependencia amorosa por ella a su hija Karin (Julia Dufvenius), pecando así de incesto, la cual le corresponde por un aparente antiguo Complejo de Electra reprimido, esta dependencia le hace cometer locuras cuando su hija acepta una oferta para marchar al extranjero a por mejores oportunidades para iniciar seriamente su carrera de violoncelista. Marianne y Johann actúan como una especie de mediadores u observadores e intercalando de vez en cuando diálogos sobre sus buenos tiempos o sobre interesantes temas muy diversos.


Johann y Marianne

Cada uno de estos breves actos está cargadísimo de una gran intensidad e histrionismo mediante los cuales logra el filme una profundidad que golpea al espectador en cada una de sus escenas. Consigue más fuerza aún introduciendo impetuosos movimientos de compositores clásicos como Brahms o Bach, este último adquiere especial significado en la obra. Los encuadres son buenos aunque estáticos por darse la situación de que apenas importaba la acción sino los diálogos y la interpretación y expresión de los diferentes sucesos. No es una de las mejores películas de este autor por lo que he podido leer, pero aún así a mí me ha resultado una obra magnífica.


2 ago 2013

Sombras y niebla - Woody Allen (1991)

"Sombras y niebla es esa mágica y misteriosa mirada al espíritu que reina dentro de cada emoción"

Protagonista a la vez que director esta vez, Woody Allen nos trae con esta película una de las más atípicas si la enmarcamos dentro de su propio estilo. Esta historia de suspense y comedia a la vez, no podía ser menos, se desarrolla en una sola noche en una ciudad que recuerda a la Inglaterra del siglo XIX, sumida en una densa niebla que está siendo aprovechada por un psicópata para ir asesinando por estrangulamiento a las personas indefensas que encuentra.

Al inicio de la película una patrulla civil formada para atrapar al asesino va a buscar a casa al señor Kleinmann que no es otro que el mismo Woody Allen, un personajillo al que su timidez y su miedo, manifestados en forma tartamudeo, nerviosismo y sumisión hacen patético, resultando muy poco viril al lado de sus compañeros de patrulla. Tras unos instantes estos se van dejando a Kleinmann solo y desconcertado en la calle sin haberle dado a conocer el plan de captura, un plan que todos sus conciudadanos parecían conocer y les servía como forma de cohesión entre ellos, por lo que nuestro personaje se siente perdido y solo ante el mundo por desconocerlo.

Escemas del prostíbulo
Al mismo tiempo se gesta otra historia, ambas se cruzarán más tarde, en el circo de la ciudad, una chica tragasables muy histriónica, Irmy (Mia Farrow), que salía con uno de los artistas del circo, pero todo se acaba entre ellos por la hedonista personalidad del hombre, al cual no le iban las ataduras ni las situaciones permanentes que coartaban su libertad personal. La chica parte con el corazón roto a la ciudad y acaba en un prostíbulo ganándose el sustento demostrándonos que todos tenemos un precio, las otras prostitutas la acogen con bastante calor humano y se dedican a contarle anécdotas de la profesión en un principio, profiriendo divertidas ironías acerca de la sexualidad. No dura allí mucho tiempo, pues la detienen en una redada de la policía.

Woody Allen con Mia Farrow

Al encontrarse más tarde con Kleinmann, la indefensión de este le hace tomar una actitud muy maternal con él, aún así, los dos congenian y se despliega toda la genialidad oculta por su timidez en profundos diálogos sobre la muerte por ejemplo, tema muy mascado en la filmografía de W. Allen. La película parece contener un cariz libertario al mostrar lo horrible de una vida fustigada por la rutina poniendo como ejemplo al carente de emociones fuertes Kleinmann y mostrando el circo como un organismo atestado de personas libres e incapaces de establecerse en un sitio fijo y de echar raíces, con ello critica el miedo a la libertad instaurado en una sociedad marcada por la cultura de la posmodernidad. Una vida que acabará seduciendo a Kleinmann. A todo ello se le une además una fuerte burla a la iglesia y al clero patente en numerosos diálogos.


La magia del blanco y negro, la oscuridad provocada por la noche y la atmósfera errante causada por la niebla configuran una genialidad del cine si se le añade además, el magnífico reparto y las inmejorables bandas sonoras con las que Woody Allen suele embellecer todas sus obras, uno de los elementos más atípicos, como he comentado anteriormente, es que la mayor parte del filme se desarrolla en el exterior, mostrándose este como un ambiente hostil comparándolo con los lugares cerrados y aislados que permiten ser uno mismo, aún así el director se las apaña para exprimirles todo el jugo a sus personajes.