
Los protagonistas son una pareja de británicos, Tom y Evelyn, interpretados por actores de muy poco renombre: Lewis Flander en su primera actuación y Prunella Ransome la cual había hecho anteriormente un papel principal en el filme histórico-bélico "Alfredo el Grande"; estos quieren pasar unas vacaciones tranquilas en la playa y como en Benavis hay una gran aglomeración por sus fiestas populares deciden retirarse a una isla cercana llamada Almanzora, allí no encontrarán ningún atisbo de vida humana salvo una pandilla muy numerosa de niños que se comportan de una forma muy, muy extraña. La historia está basada en el libro "El juego de los niños" de Juan José Plans.

La película empieza como una especie de documental en el que se muestra una rápida sucesión de fragmentos que ponen de manifiesto el horror de guerras visto desde el punto de vista de los niños, imágenes del campo de concentración de Auschwitz, de la guerra de Vietnam, de Corea... todo ello cargado además de una gran demagogia y crudeza para hacer sentir una gran aprensión y lástima por los niños, en contraste con el terror y el odio que luego nos producirán conforme avanza la historia.

En lo concerniente al reparto, la actuación de la pareja no es destacable, el hombre se salva pero la mujer no es muy buena actriz, aunque tampoco supone mucho puesto que estos son dos simples sujetos pasivos sobre los que se desencadenan los horripilantes sucesos, la que sí importa es la intervención de los niños y esta es impecable. Otro aspecto interesante de la película puede ser por ejemplo una conversación que tiene lugar en la habitación del hotel sobre la película "La Dolce Vita" en la que tras una largo palique se acusa descaradamente a Fellini de ser un fascista, irónicamente supongo. En definitiva es una película bastante recomendable por su originalidad y por ser una de las mejores películas de terror que, además, es española.
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