17 nov 2013

Band à part (Banda aparte) – Jean – Luc Godard (1964)


Banda aparte es la adaptación del cineasta francés a la gran pantalla de la novela americana Fool's Gold de Dolores Hitchens, en ella se refleja la historia de dos ladronzuelos que deciden enamorar a una joven que posee las llaves de una gran mansión para que les abra las puertas a cambio de falsas promesas. El argumento configura una de las obras más representativas del autor y de la nouvelle vague francesa, que cuenta con pioneros como el propio Godard y Éric Rohmer, entre otros genios que rompieron con las estructuras y los cánones del cine francés del momento y se atrevieron a hacer un cine en el que imperasen las ideas y sentimientos del director, reivindicando la libertad de expresión en el séptimo arte. Fue el movimiento que instauró las bases del cine moderno.

Fotograma de la mítica carrera por el Louvre (Sami Frey,
Claude & Anna Karina)
La película está ambientada en París y se puede catalogar dentro del cine negro. No obstante, las abundantes situaciones cómicas y absurdas como la estancia en la cafetería, donde harían el famoso minuto de silencio donde todo el sonido, incluso el ambiental es anulado, y el baile en la misma, así como los diversos momentos en los que se impone un tono crudo y dramático la convierten en una película de difícil clasificación. Por mi parte, creo que se encamina más hacia la comedia ya que los personajes son seres bastante pueriles, característica que denota la importancia que le da el autor a la libre manifestación del espíritu, burlándose de esta manera del comportamiento sobrio y sereno que la sociedad nos intenta imponer. En relación con esto, se desarrolla una de las imágenes que inspiraron a futuros autores como Bernardo Bertolucci (le hizo un cameo en la película Dreamers, 2003) y no es otra que la mágica carrera a través del museo del Louvre intentando batir el récord cruzándolo en menos de 9 minutos 45 segundos.

Parodia de Billy the Kid (Sami Frey & Claude Brasseur)
La protagonista es Anna Karina, musa del director con la que se casó durante el rodaje de Une femme est une femme; trabajo que le significó un premio en el Festival de Berlín a la mejor actriz. Se divorciaron en 1967, tres años después de rodar Banda aparte. Esta encarna a una joven dulce e inocente pero con mucho descaro llamada Odile, sobre la que girará el insostenible triángulo amoroso provocado por los dos divertidos a la par que peculiares delincuentes interpretados por Sami Frey (Franz) y Claude Brasseur (Arthur). Ambos forman una pareja que dotan de mucha gracia a la película cuando, por ejemplo, parodian a Billy el niño o cuando inician el cortejo de Odile mientras se escucha la lectura de un fragmento de Romeo y Julieta, nótese la ironía ya que en la obra del inglés los enamorados están dispuestos a dar la vida el uno por el otro y, sin embargo, ellos pretenden embaucar a la muchacha en su propio beneficio. También se lleva a cabo en otro momento la lectura de un fragmento de una novela de Jack London (no es muy relevante, pero como es de mis escritores favoritos supuso un punto positivo para Godard). 

La presencia de narrador es algo a comentar por fuerza, ya que constituye una pieza si no clave, muy importante para entender la historia, los pensamientos de los personajes y su propia personalidad, este posee un bello tono literario muy poético que contrasta con el entorno, el cual es incuestionablemente modernista y esto es un hecho palpable tanto en los peinados y el vestuario, como en las formas de vida y la actitud de los personajes y, si ahondamos en la historia, en la evasión de la realidad del momento, de hecho, en una escena, los dos bandidos se dedican a leer los siniestros titulares de los periódicos que evidencian la profunda aversión por el mundo real que posee el director.

Baile en la cafetería
Este trabajo de Godard, pese a tener un blanco y negro que se asemeja al neorrealismo italiano por el clima que crea la específica tonalidad de grises, posee una agradable atmósfera de irrealidad y ensueño estimulada por el juego de luces que impide saber que momento del día es, llegando a escenas en las que no se distingue si es de día o de noche, en este ambiente Godard no deja de lanzar señales que durante todo el filme vaticinarán la tragedia; es partícipe de esta tarea el compositor Michel Legrand ganador de varios Óscars, que colaboró en diversas ocasiones con Jean – Luc Godard y nos deleita en esta ocasión con una muy buena y adecuada banda sonora.

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