29 nov 2013

The battery - Jeremy Gardner (2012)

El título de esta película alude a una frase que el protagonista cita, refiriéndose a que ante su fortuita aventura debían estar más unidos que nunca su compañero Adam Cronheim y él, el propio Jeremy Gardner. El autor es, a su vez, el guionista y actor principal de esta obra norteamericana del cine independiente de bajo presupuesto, 6.000 dólares, para ser precisos. Pretende pertenecer al género del drama postapocalíptico pero de todas las etiquetas atribuibles, la que más flojea es esta. 

En sí, el film es la historia de dos amigos que tras una epidemia zombie emprenden un viaje con la intención de buscar la salvación en una Nueva Inglaterra evitando las ciudades. A diferencia de las clásicas películas de zombies, los personajes salen de los focos de infección y huyen al campo, donde transcurrirá la narración, excusa también para el escaso número de infectados que rondará los 50, para los cuales utiliza extras repetidos que serán maquillados por una artista amateur que aprendió a caracterizar zombies el día anterior al rodaje, nada de esto es visible a simple vista, son palabras del propio Jeremy Gardner, a quien tuve el placer de ver y escuchar en una conferencia tras la proyección, un tipo muy divertido pero que, en mi opinión sobreactuaba en la vida real y era, como alguien dijo allí "todo un personaje, pero un personaje creado, artificial". 

Los directores de cine Ian Loreños,
Jeremy Gardner y Charles de Lauzirika
en el 23 Festival Fancine Málaga
Para las personas amantes del campo y la naturaleza, serán un punto muy positivo los escenarios, pues la acción de desarrolla en bellos parajes naturales con vacas pastando, lo que destruye el estereotipo de película de zombies grisácea y deprimente para ofrecer una estética verde y alegre. Allí veremos a un Jeremy, que por las pintas ya denota un cierto naturalismo (admitido luego en la entrevista), trotando como si de Heidi se tratase, bañándose desnudo en helados ríos... alguien le preguntó si fue estrictamente necesario la escena del desnudo integral, a lo que respondió "¿te hubiera parecido sincero y realista si hubiese puesto a ese personaje a bañarse en ropa interior, como en un principio se iba a hacer?". Hay una escena que llamó mucho la atención entre los espectadores por su calidad que es un baile que ejecuta borracho en una casa abandonada, uno de los mejores momentos, pues la combinación de su baile con la fantástica banda sonora que aparece es brutal y posee mucha fuerza y ganas de vivir y ser libre a pesar del exterior.

Póster de la película
que ya sugiere la diferencia
de las dos personalidades
Adam Cronheim, interpreta al compañero de viaje de Jeremy, su alter ego que configura la parte realista, apagada y deprimente de la película y no porque sea mal actor sino porque caracteriza muy bien a un personaje de mentalidad burguesa, incapaz de ver la belleza de lo que le rodea, unido siempre a sus auriculares que simbolizan su apego a la civilización, Jeremy se burla además de la estúpida indistinción posmoderna de violencia y autodefensa; se dedica a fumar y a contemplar como su amigo gordo, sucio y primitivo pero agradable y feliz mata a los monstruos del camino con un bate de baseball. 

El baseball tiene mucha importancia en el film pues los protagonistas eran catcher y pitcher, posiciones del deporte mencionado (no recuerdo quien se corresponde con cada una), esto constituía una metáfora, pues son dos posiciones complementarias que poseen unas características que se correspondían con la forma de ser de cada uno de ellos (las cuales me encantaría explicar pero, muy señores míos, no tengo ni zorra idea de baseball y no recuerdo lo que dijo el director). Además tiene mucho que ver con la cadencia de la película pues el baseball es un deporte lento y constante que incorpora de repente momentos de tensión y desasosiego. No sé por qué pero creo que Jeremy Gardner era un aficionado al baseball.

Adam Cronheim y Jeremy Gardner

Fotograma de una de las escenas finales
Lo único que veo criticable en la película es tanto el comienzo como el final, que son demasiado lentos, el principio es un encuadre fijo de Adam C. fumándose un cigarro entero sentado en un porche, mientras escucha música, este último elemento salva la escena. La última escena encuadra también el interior de un coche en el que Jeremy también se dedica a fumar. Es además, una escena agobiante y desagradable por la que el director se disculpó, pues según parece, se arrepentía haberla incluido de forma íntegra, era espesa y carente de fondo o sentido. Por lo demás, es una obra que merece mucho la pena ser vista y que destruye por completo el molde del gastado género postapocalíptico, elaborada en dos semanas en compañía de sus amigos con la libertad que aporta la autogestión y con el amor por cine de un loco aficionado con ganas de compartir experiencias y emociones.

24 nov 2013

Dr. Frankenstein - James Whale (1931)

"Al doctor Frankenstein solo le importaba la vida humana, destruirla, para luego crearla de nuevo"

Boris Karloff
Tras una presentación inicial de la película, que desvela que es una historia que tratará el tema de la vida y la muerte, se muestra la escena de un trágico entierro en un cementerio del estilo de los que suelen aparecer en el cine de terror de esta época, romántico por su carácter grotesco y con ciertos tintes barrocos por el gusto por los claroscuros y las lineas retorcidas e inclinadas, dando sensación de extorsión, los paisajes y escenarios de la película estarán ya, desde este inicio, cortados por el mismo patrón tanto en interiores como en exteriores.

Basándose en la clásica novela de Mrs. Percy B. Stelley, J. Whale cuenta llevándola a la gran pantalla la historia del doctor Henry Frankenstein, interpretado por Colin Clive, un biólogo que no está en sus cabales y juega a ser un Dios construyendo un cuerpo humano a base de los distintos miembros de varios cadáveres, extrayéndoles sus mejores dotes, todo hubiera ido genial si su torpe ayudante Fritz, Dwight Frye no se le hubiera extraviado el cerebro de una de las mentes más brillantes conocidas y lo hubiera sustituido por el cerebro de un psicópata criminal. El autor hace muchos guiños de crítica social aprovechándose de este último personaje, el servil Fritz, un jorobado que se arrima al poderoso en busca de beneficios propios, desechando cualquier atisbo de principios en su conducta y además, en venganza del mundo que le ha brindado su gran debilidad, se muestra cruel con la creación de Frankenstein, torturándole y martirizándole, no es de extrañar que fuese el primero en morir.

Escena en la que el corazón del monstruo
se enternece (provisionalmente)
Otro juicio que se emite en la película es que el crimen tiene su origen en la incomprensión y en el rechazo, tras cometerse el crimen, este lleva a un mayor desprecio de la sociedad, conduciendo por el sendero de la maldad y la delincuencia y entrando en un bucle del que es prácticamente imposible salir ileso, esto queda manifestado de la siguiente manera en la obra: al principio el "monstruo" se revela como un ser dócil y bondadoso, pero tras las crueldades que Fritz maquina se convierte en un ser frío e insensible, en la escena en la que aparece la niña, esta le enternece de nuevo el corazón y vuelve a ser el mismo sentimental de antes, desgraciadamente una acción de la chica le evoca un recuerdo del rechazo por parte de la sociedad hacia su persona y la ira vuelve a apoderarse de su ser.

La vida del doctor está llena de riquezas y lujos pero lo que a él le produce satisfacción es experimentar con la ciencia, cosa que mantiene en vilo a su prometida Elizabeth (Mae Clarke) y a su amigo Victor Moritz (John Boles) que representan la parte real y cuerda del filme junto a otros secundarios como su ex-profesor de biología y su padre,

Fotograma final
Para mí, una de las mejores escenas del cine
En el plano técnico y artístico, el reparto no sobresale demasiado, salvo Boris Karloff que encarna al monstruo y le transforma en un ser lleno de vida y sentimiento, en un principio el autor no revela la identidad de este y en los créditos iniciales aparece una interrogación junto a: "The monster". Los decorados y los efectos dejan mucho que desear, no obstante, es lo que le da el toque de gracia al género en aquella época, pues tal circunstancia no está sino producida por una gran falta de medios y de avance tecnológico. Como resultado se le pone especial atención a otros elementos como las sombras de abajo a arriba, estilizadas, que dan sensación de horror, la banda sonora frenética o intrigante, los juegos con los picados, etc. Muchos de estos componentes han pasado ahora a un segundo plano en el cine moderno mientras que en sus inicios constituían el factor principal del terror junto con el guión y la historia.

17 nov 2013

Band à part (Banda aparte) – Jean – Luc Godard (1964)


Banda aparte es la adaptación del cineasta francés a la gran pantalla de la novela americana Fool's Gold de Dolores Hitchens, en ella se refleja la historia de dos ladronzuelos que deciden enamorar a una joven que posee las llaves de una gran mansión para que les abra las puertas a cambio de falsas promesas. El argumento configura una de las obras más representativas del autor y de la nouvelle vague francesa, que cuenta con pioneros como el propio Godard y Éric Rohmer, entre otros genios que rompieron con las estructuras y los cánones del cine francés del momento y se atrevieron a hacer un cine en el que imperasen las ideas y sentimientos del director, reivindicando la libertad de expresión en el séptimo arte. Fue el movimiento que instauró las bases del cine moderno.

Fotograma de la mítica carrera por el Louvre (Sami Frey,
Claude & Anna Karina)
La película está ambientada en París y se puede catalogar dentro del cine negro. No obstante, las abundantes situaciones cómicas y absurdas como la estancia en la cafetería, donde harían el famoso minuto de silencio donde todo el sonido, incluso el ambiental es anulado, y el baile en la misma, así como los diversos momentos en los que se impone un tono crudo y dramático la convierten en una película de difícil clasificación. Por mi parte, creo que se encamina más hacia la comedia ya que los personajes son seres bastante pueriles, característica que denota la importancia que le da el autor a la libre manifestación del espíritu, burlándose de esta manera del comportamiento sobrio y sereno que la sociedad nos intenta imponer. En relación con esto, se desarrolla una de las imágenes que inspiraron a futuros autores como Bernardo Bertolucci (le hizo un cameo en la película Dreamers, 2003) y no es otra que la mágica carrera a través del museo del Louvre intentando batir el récord cruzándolo en menos de 9 minutos 45 segundos.

Parodia de Billy the Kid (Sami Frey & Claude Brasseur)
La protagonista es Anna Karina, musa del director con la que se casó durante el rodaje de Une femme est une femme; trabajo que le significó un premio en el Festival de Berlín a la mejor actriz. Se divorciaron en 1967, tres años después de rodar Banda aparte. Esta encarna a una joven dulce e inocente pero con mucho descaro llamada Odile, sobre la que girará el insostenible triángulo amoroso provocado por los dos divertidos a la par que peculiares delincuentes interpretados por Sami Frey (Franz) y Claude Brasseur (Arthur). Ambos forman una pareja que dotan de mucha gracia a la película cuando, por ejemplo, parodian a Billy el niño o cuando inician el cortejo de Odile mientras se escucha la lectura de un fragmento de Romeo y Julieta, nótese la ironía ya que en la obra del inglés los enamorados están dispuestos a dar la vida el uno por el otro y, sin embargo, ellos pretenden embaucar a la muchacha en su propio beneficio. También se lleva a cabo en otro momento la lectura de un fragmento de una novela de Jack London (no es muy relevante, pero como es de mis escritores favoritos supuso un punto positivo para Godard). 

La presencia de narrador es algo a comentar por fuerza, ya que constituye una pieza si no clave, muy importante para entender la historia, los pensamientos de los personajes y su propia personalidad, este posee un bello tono literario muy poético que contrasta con el entorno, el cual es incuestionablemente modernista y esto es un hecho palpable tanto en los peinados y el vestuario, como en las formas de vida y la actitud de los personajes y, si ahondamos en la historia, en la evasión de la realidad del momento, de hecho, en una escena, los dos bandidos se dedican a leer los siniestros titulares de los periódicos que evidencian la profunda aversión por el mundo real que posee el director.

Baile en la cafetería
Este trabajo de Godard, pese a tener un blanco y negro que se asemeja al neorrealismo italiano por el clima que crea la específica tonalidad de grises, posee una agradable atmósfera de irrealidad y ensueño estimulada por el juego de luces que impide saber que momento del día es, llegando a escenas en las que no se distingue si es de día o de noche, en este ambiente Godard no deja de lanzar señales que durante todo el filme vaticinarán la tragedia; es partícipe de esta tarea el compositor Michel Legrand ganador de varios Óscars, que colaboró en diversas ocasiones con Jean – Luc Godard y nos deleita en esta ocasión con una muy buena y adecuada banda sonora.

9 nov 2013

La máquina de follar - Charles Bukowski (1989) [LITERATURA]

Charles Bukowski
Bukowski es el último de los escritores malditos de la literatura norteamericana, llevó una vida de desasosiegos e interesante que nada tiene que envidiar a otros poetas malditos como el francés Baudelaire. En su primer viaje a Francia lo invitan a un prestigioso programa de televisión que tenía millones de espectadores y se entrevistaba allí a los más célebres escritores de todo el mundo durante una hora y media. Alrededor de la mesa había otros invitados. Bukowski era profundamente reacio a las entrevistas porque, según él, no hablaba bien, y porque, según su biógrafo, no sabía pronunciar apellidos como Dostoievski, por esto, antes de entrar se emborrachó. Lo primero que dijo fue: “Conozco a muchos escritores norteamericanos a los que les encantaría estar ahora en este programa. No significa tanto para mí”. Lo interrumpió una escritora francesa, pero la calló diciendo: “Bueno, no sé si es usted una buena escritora o no. Levántese la falda para que le pueda ver las piernas y le diré si lo es”. Se terminó dos botellas de vino, se levantó y se fue en la mitad de una conversación. Al día siguiente ya se habían agotado miles de ejemplares de las ediciones francesas de sus libros.

Una de las primeras ediciones
del libro en España, por
la editorial Anagrama
Bajo el título de La máquina de follar nos presenta Bukowski este libro de cuentos que, desde el título está provocando a la indignación o a la admiración y manifestando el contenido y las ideas que empaparán cada cuento de la primera a la última página, pues el nombre que le da al libro alude a los cánones del arte nihilista, el  anti-intelectualismo, pues crea belleza con el lenguaje sin usar la habitual verborrea y lirismo sino porque escribe de forma nerviosa, improvisada, notándose la falta de premeditación en las continuas yuxtaposiciones, en la falta de mayúsculas y en el exceso de puntos, careciendo por completo de frases subordinadas; siempre son simples y cortas. El único fin de esto es la desacralización del arte que, si estuviéramos en el tema de las vanguardias, enmarcaríamos en el movimiento dadá, un fenómeno de ideas nihilistas que intentó destruir las bases sobre las que descansaba la concepción del arte para reinventarlo al alcance de todos, siendo más sincero, menos elitista y basándose más en la expresión de ideas originales que en procurar que el producto sea lo más puro y bello sobre la faz de la tierra. Otro ejemplo de los muchos que hay en la idea del anti-arte, fue un norteamericano, Marcel Duchamp que llegó a una galería de arte con un váter que arrancó de un servicio público, lo puso del revés y lo llamó “La fuente”, explicó los sentimientos que le sugería y, lo más curioso es que lo catalogaron como obra de arte.

"La fuente" - Marcel Duchamp
Este fue el libro con el que se dio a conocer en España, que se divide en dos tomos, La máquina de follar y Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones. Contrariamente a lo que pueda parecer, no se trata de novela erótica, sino de la vida cotidiana de un personaje al que el autor pone su propio nombre o Hank, dependiendo del cuento. En ellos, el personaje puede estar buscando un trabajo, viviendo alucinaciones producto de las drogas, filosofando en su cama o charlando con amigos en un bar. El caso es que ningún relato deja indiferente pues su contenido se sale completamente de lo establecido, por ejemplo “Un mal viaje” es una apología al LSD y el resto de drogas alucinógenas y utiliza un lenguaje obsceno y sin tabúes, de hecho en varias ocasiones a lo largo del libro podremos disfrutar de una detallada descripción de como caga por las mañanas y las sensaciones que esta acción le produce.

Charles Bukowski
En general, es una crítica a la sociedad de consumo que aliena a los individuos y condena a la miseria a aquellos que permanecen siendo ellos mismos, la temática que abordará consistirá en su mayoría en las dificultades de la clase trabajadora para vivir en condiciones, por otro lado, “Una conversación tranquila” es una burla del revolucionarismo actual, es decir, del conformismo y de las anteriores revoluciones, denunciando su moderación o su corrupción a lo largo del tiempo. Se cachondea también de sus detractores en “Yo maté a un hombre en Reno”, luego, en “Nocturnas calles de locura” critica a la policía por venderse al poder y mantener las bases de una sociedad en descomposición y da a entender que la justicia es un invento, lo curioso es que hace esto dándole la palabra a un borracho al que nadie haría caso en una situación normal pero juega con el tema de la cordura dando a entender que los locos son los más conscientes de la realidad. También hace alguna broma con el escritor Hemingway pero se nota que le respeta, pues él también fue un aventurero, que por cierto estuvo aquí en España escribiendo sobre la Guerra Civil en el transcurso de esta, posicionándose del lado de la República. Por último en “Ojos como cielo” habla sobre el estado de decadencia de la poesía de su época, hablando de los escritores vendidos a las editoriales, de la falta de imaginación, de sentimiento y de rebeldía.

Charles Bukowski
Para mi, Bukowski es un escritor con un par, pues en él no hay nada escrito con la intención de ser políticamente correcto sino que expresa sus ideas tal y como son, coincidiendo a veces con lo que muchos pensamos y no nos atrevemos a decir por miedo al rechazo de una sociedad que tiende a homogeneizarnos ideológicamente. Coincido con la opinión de el crítico que dijo: “Bukowski es considerado por muchos el mejor escritor americano. Y por otros posiblemente el peor. Yo estoy entre los primeros”. Es una persona cuyo único valor moral por el que regirse es la libertad personal. Cuando se burla de los casados y de los que trabajan bajo remuneración, me parece que no hay discusión posible a su perfecta argumentación, se tratan de los dos procesos a través de los cuales el hombre asiste y participa activamente en la completa destrucción de su espíritu. 

A continuación expondré algunas de las frases que contiene el libro y que destacan por su corrosividad, su humor ácido o por su descarnada sátira, realmente son pocas en relación de todo lo que podría haber extraído:
  • No somos más que tripas y mierda y material pegajoso. (Destruye en cuestión de segundos de las ideas humanistas que ven al hombre como algo más que un animal).
  • A los patos les da igual todo, no tienen que pagar el alquiler, ni ropa, les basta con flotar de aquí para allá cagando y graznando.
  • La sociedad se orienta en bases falsas que hay que derrumbar para volver a reconstruirla. (La frase resume la piedra angular del nihilismo). 
  • Hay razones esenciales para prohibir el LSD, el DMT y el STD, pues pueden hacer que un hombre pierda el juicio, claro que lo mismo se podría aplicarse a la recolección de remolacha o al trabajo en cadena. Si prohibiésemos todo lo que vuelve loco a los hombres la estructura social se derrumbaría, pues habríamos de prohibir las guerras, el matrimonio...
  • La ley crea su propia enfermedad en mercados negros ponzoñosos. (Referida a la estúpida prohibición de drogas que hacen mucho más daño en ilegalidad). 
  • La yerba solo hace más soportable la sociedad presente, el LSD es otra sociedad en sí mismo.
  • Todo este mundo es un mal viaje, pero te meterán en la cárcel por tomarte una píldora.
  • La yerba no crea el arte, sino que los artistas fuman yerba porque son aventureros, coleccionistas de experiencias, pero el arte ya está ahí de antes.
  • Esas viejas que dicen “oh, me parece espantoso lo que hacen esos jóvenes consigo mismo, con tanta droga y esas cosas” y luego miras a la vieja sin dientes, medio ciega, sin flujo, sin humor, nada, es un palo. Te preguntas que le habrán dado a ella en su té, sus pastas, su iglesia; luego están los viejos que se ponen muy violentos con lo que hacen los jóvenes y les dicen “he trabajado toda mi vida como un animal, demonios” y lo dicen como si fuera una virtud. Lo que pasa es que sabe que le han explotado, le han manipulado, engañado y ahora que se da cuenta de que ha desperdiciado su vida, quiere que todos sufran como él.

2 nov 2013

En la ciudad sin límites - Antonio Hernández (2002)

La libertad viaja contigo en ese tren

En la ciudad sin límites es una producción española-argentina que relata la agonía de un hombre que, prácticamente en su lecho de muerte, pierde la cabeza debido al arrepentimiento por un hecho que ocurrió años atrás. Este viejo militante del Partido Comunista en el exilio está interpretado por Fernando Fernán Gómez y el que será encargado de investigar su pasado y adentrarse en el tormento de Max, pues así se llamaba, es su hijo Víctor (Leonardo Sbaraglia), este comienza a percibir extraños comportamientos en su padre que todos sus hermanos y familia en general achacaban a su incipiente demencia ya que no estaban dispuestos a hacer más que lo estrictamente necesario para conservar sus partes de la herencia, que no era pequeña, por cierto.

Leonardo Sbaraglia, Geraldine
Chaplin y Fernán Gómez
En un principio parece que únicamente se trata de un viejo cascarrabias que desea morir tranquilo y acortar lo máximo posible su estancia en el hospital, deseo muy comprensible al menos para mí, pues ¿quién quiere, después de una vida de emociones fuertes, subidas, bajadas y desasosiegos, postrarse durante un número indeterminado de años entre las blancas sábanas de un hospital entre gente que espera tu muerte para cobrar lo que dice el testamento y gente para la que eres totalmente invisible? Tal anhelo está patente en su negación a tomarse las pastillas y burlar de vez en cuando la vigilancia para hacer cosas algo emocionantes como subir a la altísima azotea del hospital y mirar el océano de luces que se extendían ante sus ojos.

Pero lo significativo para la historia son las llamadas insistentes a un número que ya no existe, las paranoias que le llevan a pensar que le están vigilando, la obsesión por ir a la estación a avisar de que no se coja un tren o la reiterada pronunciación del nombre de un enigmático personaje que nadie aparenta conocer: Rancel. Y digo aparenta porque más tarde el autor sugiere que la madre (Geraldine Chaplin) oculta información fundamental.

Conforme el perfectamente estructurado guión que mantiene el misterio hasta el último momento avanza, se va descubriendo aparte de los asuntos familiares y la personalidad concreta de cada uno, que Rancel era un camarada de Partido de Max que fue delatado y los nacionales le tendieron una trampa en la frontera España - Francia cuando iba montado en el tren para difundir propaganda antifascista en la capital. Curiosamente Max no iba en ese tren a pesar de que ambos compartían responsabilidad. 

Al comienzo de la película uno de los hermanos dice una frase que pasa desapercibida pero que es fundamental en la obra y es: "Ahora ya nadie es de nada, la política está pasada de moda". Luego se verá que la cita tiene un significado especial oculto pues a pesar de que parece un crimen político, detrás de la aparente superficialidad de la historia se esconden elementos muy humanos relacionados con el amor y lo que este puede acarrear, pues como se suele decir en el amor y en la guerra todo vale.

Leonardo Sbaraglia y Fernán Gómez
El personaje de Víctor es muy especial pues es el único que muestra amor por su padre aún estando este en terrible decadencia, esto se manifiesta en que es el único de los hermanos que no anda comportándose de manera ruin y rastrera en busca de modificaciones en el testamento que le otorguen el máximo beneficio y, sobre todo es muy significativo el gesto de querer consultarle si desea alargar su vida a costa de estúpidas e ineficaces operaciones a las que la familia al completo estaba dispuesta a someterle "por amor" aunque yo pienso que, examinando la situación fríamente el objetivo de estas no era otro que lavar su putrefacta conciencia. Sbaraglia, actor de Buenos Aires compañero de generación de Juan Diego Botto y Ernesto Alterio, junto a los que ha trabajado en películas como "El método", interpreta una personalidad fuerte y basada en unos principios personales que le hacen noble y bondadoso y le convierten en el eje central sobre el que gira el argumento del filme. Sbaraglia y Fernán Gómez hacen dos papelones que los distancian mucho de otros actores del reparto cuyas interpretaciones en ocasiones resultarán frías o forzadas. 

La historia da una visión muy romántica de lo que fue la lucha contra el fascismo en el exilio, haciendo una clara apología de los héroes que arriesgaron su vida por la libertad pero mostrando a la vez que eran personas muy humanas con sus respectivos defectos morales, esto es fundamental porque algunos autores se olvidan de este hecho y muestran mártires de forma idealista como si fueran de la escuela de los héroes griegos o superhombres de Nietzsche. Aún así hay aspectos que rayan la utopía como lo es el hecho de mostrar el Partido Comunista Español con un censo actualizado y fácil de consultar. 

Última y mítica escena
Por último quería resaltar, y ya acabo con esto, la última escena de la película, pues esta es emotiva en exceso y para mí es una de las mejores escenas jamás rodadas por lo menos en el cine español, únicamente equiparable con fragmentos míticos como aquel baile del soldado del ejército republicano de la canción Suspiros de España en la obrísima de David Trueba, Soldados de Salamina. Retrata un momento en el que no hay palabras pues su presencia mandaría al garete todos los sentimientos que el director vertió en él, añadiendo después la lectura de una carta que desvela muchos secretos de la historias que hasta entonces seguían guardados al espectador, esta tiene una enternecedora fuerza literaria que arrastraba finalmente a la misma catarsis que la anterior escena. Toda una obra maestra.

(NO VER SI NO SE HA VISTO LA PELÍCULA)