24 nov 2013

Dr. Frankenstein - James Whale (1931)

"Al doctor Frankenstein solo le importaba la vida humana, destruirla, para luego crearla de nuevo"

Boris Karloff
Tras una presentación inicial de la película, que desvela que es una historia que tratará el tema de la vida y la muerte, se muestra la escena de un trágico entierro en un cementerio del estilo de los que suelen aparecer en el cine de terror de esta época, romántico por su carácter grotesco y con ciertos tintes barrocos por el gusto por los claroscuros y las lineas retorcidas e inclinadas, dando sensación de extorsión, los paisajes y escenarios de la película estarán ya, desde este inicio, cortados por el mismo patrón tanto en interiores como en exteriores.

Basándose en la clásica novela de Mrs. Percy B. Stelley, J. Whale cuenta llevándola a la gran pantalla la historia del doctor Henry Frankenstein, interpretado por Colin Clive, un biólogo que no está en sus cabales y juega a ser un Dios construyendo un cuerpo humano a base de los distintos miembros de varios cadáveres, extrayéndoles sus mejores dotes, todo hubiera ido genial si su torpe ayudante Fritz, Dwight Frye no se le hubiera extraviado el cerebro de una de las mentes más brillantes conocidas y lo hubiera sustituido por el cerebro de un psicópata criminal. El autor hace muchos guiños de crítica social aprovechándose de este último personaje, el servil Fritz, un jorobado que se arrima al poderoso en busca de beneficios propios, desechando cualquier atisbo de principios en su conducta y además, en venganza del mundo que le ha brindado su gran debilidad, se muestra cruel con la creación de Frankenstein, torturándole y martirizándole, no es de extrañar que fuese el primero en morir.

Escena en la que el corazón del monstruo
se enternece (provisionalmente)
Otro juicio que se emite en la película es que el crimen tiene su origen en la incomprensión y en el rechazo, tras cometerse el crimen, este lleva a un mayor desprecio de la sociedad, conduciendo por el sendero de la maldad y la delincuencia y entrando en un bucle del que es prácticamente imposible salir ileso, esto queda manifestado de la siguiente manera en la obra: al principio el "monstruo" se revela como un ser dócil y bondadoso, pero tras las crueldades que Fritz maquina se convierte en un ser frío e insensible, en la escena en la que aparece la niña, esta le enternece de nuevo el corazón y vuelve a ser el mismo sentimental de antes, desgraciadamente una acción de la chica le evoca un recuerdo del rechazo por parte de la sociedad hacia su persona y la ira vuelve a apoderarse de su ser.

La vida del doctor está llena de riquezas y lujos pero lo que a él le produce satisfacción es experimentar con la ciencia, cosa que mantiene en vilo a su prometida Elizabeth (Mae Clarke) y a su amigo Victor Moritz (John Boles) que representan la parte real y cuerda del filme junto a otros secundarios como su ex-profesor de biología y su padre,

Fotograma final
Para mí, una de las mejores escenas del cine
En el plano técnico y artístico, el reparto no sobresale demasiado, salvo Boris Karloff que encarna al monstruo y le transforma en un ser lleno de vida y sentimiento, en un principio el autor no revela la identidad de este y en los créditos iniciales aparece una interrogación junto a: "The monster". Los decorados y los efectos dejan mucho que desear, no obstante, es lo que le da el toque de gracia al género en aquella época, pues tal circunstancia no está sino producida por una gran falta de medios y de avance tecnológico. Como resultado se le pone especial atención a otros elementos como las sombras de abajo a arriba, estilizadas, que dan sensación de horror, la banda sonora frenética o intrigante, los juegos con los picados, etc. Muchos de estos componentes han pasado ahora a un segundo plano en el cine moderno mientras que en sus inicios constituían el factor principal del terror junto con el guión y la historia.

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