15 dic 2013

Planeta Libre - Coline Serreau (1996)

La belle verte, pues ese es su título original es una película que estuvo prohibida en diversos países de Europa por manifestar en su interior ideas que, pese a parecer utópicas en un primer visionado hacen pensar. Utópico en el sentido que se utiliza normalmente, es decir, contrario a cualquiera de las bases que dominan esta sociedad.

Fotograma que muestra un "concierto de silencio"
Muestra, en un principio, una de las reuniones anuales que se celebran en el ficticio planeta sobre el que se articula la historia. Estas se celebran en la cima de una montaña porque tras ascenderla a pie eres más sabio y se encuentran presentes los delegados de cada familia que expondrá la situación de su realidad, abarcando esto: los productos que puede ofrecer por tener en exceso, los alimentos u otros bienes de primera necesidad de los que andan escasos y poco más. En la asamblea, uno de los puntos a debatir son los viajes que hacen a otros planetas para examinar sus circunstancias y ayudar en lo que sea posible, en este contexto se alzan muchas manos en el llamamiento a explorar otros muchos planetas ficticios pero ninguna para visitar la Tierra. El último que fue comienza a resumir como la esperanzadora Revolución Francesa se corrompió y ensució para acabar extendiéndose, en el desarrollo de sus ideas, la industrialización por todo el mundo y es en esta tesitura cuando se aprovecha para iniciar la crítica a la sociedad actual que impregnará ya hasta el último segundo de la obra. Sin embargo, no es esta una crítica fría, destructiva sino llena de belleza, sátira y posibles alternativas a muchos de nuestros cotidianos problemas.

Coline Serreau
El análisis del mundo se desarrolla en Francia, concretamente en París, ciudad a la que la chica que finalmente decide ir es transportada. La chica (Coline Serreau) es el órgano que por la condición de que ha sido criada en otro tipo de civilización no entiende muchísimos de los elementos que conforman la nuestra y esta condición es perfecta porque constituye la antítesis de la idea tan arraigada a nuestro tiempo de que todo cuanto vivimos se basa en la naturaleza del hombre cuando no es así, el dinero, la medida del tiempo, el egoísmo, las ansias de poder, el sedentarismo, no se encuentran en el hombre al nacer sino que nuestro instinto de supervivencia las asimila desde tan jóvenes que no somos capaces si quiera de imaginarnos una vida sin ellas y, peor aún, aquel que es capaz de imaginarla es tachado de utópico e idealista.

La familia de Mila (Coline Serreau)
La película propone una vía de escape representada en el avanzado planeta del que procede nuestra protagonista que no es sino una proyección de lo que podría ser la Tierra y no es por una sucesión de episodios y convencionalismos. En este planeta, según cuentan los hijos de la protagonista, sucedió una revolución anarquista – nihilista denominada “Caos Pre-renacimiento” mediante la cual, al llegar al límite de lo que una sociedad industrializada puede explotar un mundo y los seres vivos que lo integran, los habitantes destruyeron todo lo que no era estrictamente necesario para una vida feliz y sentaron las bases de una nueva sociedad basada en el apoyo mutuo, la libertad y el amor y respeto a la vida, tanto humana como animal. Como se puede observar, muchas de las reflexiones que se plantean proceden del movimiento hippie de los '60, de hecho los planos y escenas parecen tomados en un festival Woodstock o algo similar.

"Fue la solución definitiva, sin compras no
había poder... no podían hacer nada
En definitiva, es un filme hecho para una posterior meditación sobre muchos de los elementos de la vida que damos por sentados, a pesar de ello no solo se centra en la transmisión del mensaje sino que posee una banda sonora y unos encuadres del planeta ficticio que no han de ser pasados por alto, en cambio, es en los rodajes de París donde flojea bastante. Ya para terminar, recalcaré un pensamiento que posee infinita razón y es que por descomunal que resulte la creciente decadencia de nuestro mundo, si hay algo bueno que los terrícolas hemos aportado al universo es el arte, único componente de nuestro mundo que admira a los Belle Verterrenses. Es una especie de representación de ese famoso verso de Neruda, aunque enfocado en otro sentido:

“Podrán cortar las flores, pero jamás lograrán detener la primavera”

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