"Es bella, sexy, respira frenesí, sí, es Ingrid Bergman en Stromboli" - Nega
Ingrid Bergman y Mario Vitale |
Allí la protagonista se
encuentra con un ambiente hostil y ultraconservador en las gentes que
no congenia con su carácter de egolatría, intelectualidad y
liberalismo enfrentado, además, a un marido chapado a la antigua,
ignorante, intelectualmente mediocre y para rematar machista y
violento. Este, en cambio lo ve todo genial, se siente bien acogido y
en familia, por lo que no puede llegar a comprender a su mujer y a
todas sus quejas responde con un “todo se arreglará” o incluso
le echa las culpas por su “falta de modestia” o por su “corta
capacidad de adaptación”.
La película tiene un
fuerte mensaje de crítica al conservadurismo de los pueblos
italianos del siglo XX, los cuales rechazaban todo lo que viniese de
fuera, cualquier innovación o cualquier situación que pusiera en
tela de juicio sus ancestrales tradiciones, esto se puede observar en
la escena en la que ella abraza al joven guardián del faro y a raíz
de tan inocente suceso es reconocida en el pueblo por su exacerbado
libertinaje y no se habla de otra cosa al día siguiente en la
iglesia, donde toda la gente la mira para seguidamente cuchichear con
el de al lado, esta escena de la misa es la más representativa del
ambiente de amargura y desolación de la isla que lleva al cotilleo y
a la aparición de individuos reprimidos que pretenden trasladar su
represión a toda la localidad.
También es una crítica
a la hipocresía de la iglesia que ve la fe como remedio para todos
los males mientras controla la mente de prácticamente toda la
región. Hay un diálogo entre Karin y el cura del pueblo en el que
se puede advertir esto, cuando ella le pide dinero para irse a
América, su tierra prometida, tras contarle con pelos y señales su
situación:
Cura: Soy un cura, solo puedo ayudar en confesión o con plegarias.
Karin: Usted es
despiadado, como su Dios, y le odio.
Cura: Diga lo que quiera,
solo puedo sentir una inmensa piedad por usted. Que el señor la
guíe, humíllese, tenga fe y rece.
En breves, se fundirán en un abrazo, dando que hablar a todo el pueblo (Karin y el guarda del faro) |
Al igual que “La Noche”
de Antonioni (comentada más abajo) pertenece al Neorrealismo
italiano y si nos fijamos sigue la misma estructura, una mujer
pudiente se casa con un sujeto interesante y se frustra al ver que,
con el tiempo, no logra satisfacer sus pretensiones. Rosselini, no
respeta tanto la unidad del tiempo, ya que en la historia han pasado
varios meses, pero si las de espacio, está rodada prácticamente
entera en el diminuto pueblo y la de acción.
Muestra solo encuadres
muy cercanos y centrados en los actores mientras que solo aparece una
imagen paisajística, cuando al llegar a la isla la cámara hace un
enfoque panorámico del volcán con el pueblo debajo, a pesar de todo
y aunque es una obra maestra, no está exenta de críticas y creo que
el trabajo de cámara merece una, pues los planos eran muy estáticos,
la cámara solo giraba a izquierda y derecha siguiendo los
movimientos de la acción y en cuanto los actores se movían cortaba
y comenzaba a grabar desde otro punto diferente con unas transiciones
demasiado bruscas.
Desesperada evasión |
Como conclusión diré
que al ser otra entrega italiana merece la pena el verla por el
simple hecho de conocer esta formidable industria en su punto álgido,
además la actuación de Ingrid Bergman se sale, eso si, intentad
verla en versión original, yo la he tenido que ver doblada y pierde
mucho.
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