16 jul 2013

The Hustler - Robert Rossen (1961)

Esta historia gira en torno a un eje que a simple vista no puede contener mayor significado que cualquier otro juego: el billar. Sin embargo, tras esta aparente banalidad se esconde un profundo mensaje y una intrincada historia donde las pasiones, el triunfo y la derrota, la ambición y el poder adquirirán un significado trascendental y que por muchos años que pasen desde su estreno, seguirá estando tan vigente en la sociedad como el primer día.

Un jovencísimo Paul Newman encarna al protagonista de todo ello, Billie Felson el Rápido, un buscavidas que engaña a incautos en un principio en salones de billar de mala muerte haciéndose el torpe borracho y apostando bajo para dar el golpe final mostrando su magnánimo talento para el billar cuando todas las apuestas fuertes van contra él. Podría haber continuado haciendo esto toda la vida y vivir de lujo siendo un hombre de ninguna parte, pero sus ansias de fama son insaciables y decide instalarse al lado del salón de billar más prestigioso de EEUU, un íntimo espacio, tranquilo y aparentemente puritano donde la prohibición de beber y el cartel de NO GAMBLIMG (NO APOSTAR) resultan incluso irónicos, todo ello con la adición de una suave música jazz y el toque sesentero que el blanco y negro le puede dar, conforma una especie de burbuja idílica alejada de la civilización donde se reúnen todas las estrellas del billar y juegan hasta altas horas de la madrugada y aquellos que no dominan el juego no son sino buitres que se valen del servilismo  y la adulación para conseguir dinero o poder al estar junto al ganador. 

Minnesotta Fats (Jackie Gleason)
Es en ese corrupto ambiente burgués de cigarros y caros whiskys, en el que el billar deja de ser un juego para convertirse en una despiadada lucha de egos y, a la vez, en un espectáculo, donde el joven pícaro reta al conocido como el mejor jugador de billar del país, el Gordo de Minnesotta, interpretado por Jackie Gleason. Derrotarle era para Billie el único objetivo en su vida, pero este en un principio resulta ser superior por poseer, tal y como será dicho más tarde por Bert (George C. Scott), carácter aparte de talento y saber mantener la compostura, siendo una especie de muro de consistencia sobre el que se volcaban las pasiones desbocadas del arrogante y orgulloso Billie. 

Piper Laurie y Paul Newman entablan un profundo diálogo
sobre el significado del billar
Tras la traumática derrota B. Felson entra en una espiral de decadencia que se acentúa aún más cuando conoce a Sarah, (Piper Laurie) también mentirosa, a parte de solitaria y enamoradiza que ahoga sus penas diariamente en alcohol, con ella comienza una relación amorosa sostenida a través de la posesión, el alcohol, el sexo y el dinero, formándose otra especie nube aislada del mundo en casa de ella, que es donde se instala el muchacho.


De hecho, uno de los diálogos de la pareja comienza con la fría intervención de Paul Newman que coloco a continuación::

"¿Cuál es tu idea del amor, cadenas?" 

Detrás, George C. Scott, poco antes de comprar
el alma de Billie
En una última etapa de la historia, el chico entra a estar al servicio de Bert, un aristócrata rico poseedor de un vacío interno tan grande y una insatisfacción tal que su principal pasatiempo consiste en sacar a gente con talento de las calles y, con la excusa de hacer aflorar ese talento corrompe y humilla hasta que su víctima no conozca el significado de la dignidad y destruye hasta el último ápice de sentimiento del chico por lo que hace, alienándolo hasta el extremo. Y todo ello por el mero hecho de poseer dinero e influir en las altas capas de la sociedad. Quiere que juegue PARA ÉL y utiliza su soberbia, su talante y su capacidad para deshonrar a otros nobles y medrar socialmente.

"Contigo no hay mañana, pues este te pertenece porque lo has comprado barato en el día de hoy", le espeta Sarah, harta de ver a su amado arrastrándose por el suelo y perdiendo la poca dignidad que le quedaba.

Un peliculón digno de ver en repetidas ocasiones, pues siempre hay algo nuevo e interesante que se escapó en la primera vista. Demasiadas escenas de partidas de billar pero, realmente estas sirven de telón de fondo para los diálogos y acciones que configuran esta maravillosa historia extraída de la clásica novela de Walter Tevis.

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